En un futuro los Drones reemplazaran a las abejas

El empleo de los VANTS o Drones para distintas tareas de agricultura de precisión es algo cada vez más común. Al menos entre las empresas de drones ya se conocen las técnicas y las posibilidades. Cierto es que falta sensibilización entre los agricultores y las empresas de explotación agraria, pero este es un camino que se va andando despacio. Sin embargo, lo que resulta más novedoso, incluso dentro del sector, son las posibilidades que tiene un dron para apoyar la polinización de algunos en cultivos. Normalmente esta es una tarea que se deja a las abejas, pero las aeronaves no tripuladas también pueden aportar su granito de arena en este ámbito. Tanto es así que la startup californiana Dropcopter ha ayudado a polinizar con éxito cultivos de almendras, cerezas y manzanas. Los resultados obtenidos han sido impresionantes. Los refleja un estudio de terceros sobre las operaciones realizadas por Dropcopter y señala que la polinización mejoró entre un 25% y un 60%, dependiendo del terreno, las condiciones y el tipo de cultivo. Este método de polinización suplementaria también se puede utilizar cuando el tiempo es frío y las abejas no salen. Aunque de momento solo se habla de estos drones como un complemento y nunca como un sustitutivo. Las pruebas se han llevado en un campo de unas 325 hectáreas, a través de las cuales Dropcopter ha extendido de forma calculada los compuestos precisos –ya sea en polvo o en gránulos– para llevar a cabo la polinización. La compañía afirma que también trabaja con cultivos de aguacate y de peras. Su objetivo es ir un poco más allá de la planificación y llevar a cabo tareas agrícolas que de otra forma serían inviables o muy costosas en tiempo y en recursos. Las abejas están muriendo a un ritmo alarmante, y estas son malas noticias para los seres humanos. Por ello, un grupo de científicos japoneses ha desarrollado un dron que puede polinizar las flores de forma similar que las abejas, con la idea de ayudarlas a hacer su trabajo. El equipo, parte del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología Industrial (AIST) de Japón, asegura que lo que los ha motivado a desarrollar el dron es imaginar las consecuencias catastróficas de que desaparezcan las abejas. Estos animales, más allá de producir miel y clavar aguijones en quienes las molesten, son parte vital del ecosistema alimenticio en todo el mundo. La polinización influye en uno de cada tres alimentos consumidos por el ser humano, los que significa que en el caso de desaparecer las abejas, sería perjudicial para todos los seres que dependen de ellas, incluyéndonos. Desde hace más de tres décadas se descubrió que las abejas comenzaron a morir a un ritmo muy acelerado a nivel mundial. En los Estados Unidos algunas especies han sido declaradas en peligro de extinción. Lamentablemente, el ser humano todavía no ha descubierto por qué las abejas están muriendo tan rápido El equipo del AIST, liderado por el químico Eijiro Miyako, propone diseñar enjambres de drones encargado de polinizar flores junto a las abejas. La idea es ayudarlas, no reemplazarlas. Para ello compraron una serie de drones comerciales con un precio de 100 dólares cada uno, los cuales fueron modificados añadiéndoles pelo de animal para ejercer la función de los vellos o pelambre de las abejas. El pelo animal es cubierto con un gel líquido especial que atrae y atrapa al polen. El AIST trabaja en crear una versión artificial de los cestillos de las abejas (o trampas de polen). Al pasar el dron sobre la flor, y frotarla, puede recoger el polen y almacenarlo en la pelambre animal. No obstante, los drones no están listos. Miyako y su equipo plantean que el siguiente paso debe ser desarrollar una inteligencia artificial y un sistema de GPS y cámaras para estos drones. El diseño final debería funcionar por sí solo, como un enjambre de abejas robots que trabajen junto a las reales. Este no es el primer diseño de robot polinizador que se le ha ocurrido a la comunidad científica, pero sí promete ser el más viable y barato para desarrollar por lotes (una vez esté listo). [vía MIT Technology Review] En febrero de 2017, los agricultores de Murcia y la comunidad científica contemplaron con alarma la capa marrón que recubría los campos de la zona de Cañada de Gallego: eran millones de abejas muertas de la noche a la mañana sin que nadie encuentre una explicación. La desaparición de las abejas es pavorosa: en España la población ha caído entre un 20% y un 25%, principalmente causado por el uso de plaguicidas que han sido prohibidos por la UE. El problema no se ciñe a Europa, sino que sucede en todo el mundo. Y aunque sea una solución no deseada, ya hay científicos trabajando en una alternativa: mini drones que puedan reemplazar a las abejas. Los mini drones no podrían recoger el néctar, pero sí realizar la polinización de la flores El Instituto Wyss y la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de Harvard desarrollan, desde el 2009, un prototipo que pueda replicar el valioso trabajo de estos insectos. El objetivo no es que estos mini-drones recojan el néctar para producir miel, pero que al menos puedan transportar el polen entre las flores y permitir su fecundación, una tarea que en caso de las desaparición de las abejas no habría forma tecnológica de realizar con eficacia. Las RoboBee son unos pequeños drones de 80 gramos, de un tamaño menor a un clip, que cuentan con dos alas tan finas como un papel que pueden agitarse 120 veces por segundo, la misma velocidad con que las abejas vuelan y les permiten mantenerse en el aire mientras realizan el proceso de polinización. Las RoboBee pesan menos de 100 gramos, y necesitarían una batería extremadamente liviana para desarrollar un vuelo autónomo Crear estos mini robots voladores es una proeza de la tecnología: las RoboBee no pueden tener tornillos ni tuercas porque serían muy pesadas. Para ser fabricadas los científicos apilan varias láminas de cerámica, fibra de carbono, titanio y plástico, las cortan con láser, y luego las unifican con bisagras de un tamaño microscópico. Los elementos se despliegan como si fuera un libro ‘pop-up’, similares a los dibujos troquelados de los libros infantiles, y el dron adquiere su forma definitiva. Los científicos han logrado que estas abejas electrónicas puedan volar unos segundos y permanecer estables, pero hay un importante desafío sin resolver: cómo lograr que puedan volar en forma autónoma. Por ahora la energía llega por un finísimo cable, pero el objetivo del equipo liderado por Robert Wood es crear una batería que le permita tener independencia de movimientos ,pero que no sea demasiado pesada para impedirle levantar vuelo. Los principales problemas de las RoboBee: la comunicación y el vuelo autónomo Otro problema al que se enfrentan es la comunicación entre los drones. Las abejas tienen un complejo sistema de danzas en sus vuelos que informan a sus congéneres de la presencia de flores en un prado. Como todavía el desarrollo de la inteligencia artificial está lejos de que los dispositivos puedan decidir dónde ir por su cuenta, alguien tendría que darle órdenes desde un comando central. Y poder incrustar un equipo de comunicaciones, liviano y diminuto, es otro campo en el que trabajan los científicos. Las abejas, como otros insectos, son pequeños pero adaptan sus fuerzas y movimientos a la intensidad del viento o las corrientes de aire. ¿Qué puede pasar si un soplo más o menos fuerte arrasa con miles de mini-drones? Es otro dilema al que se enfrentan los investigadores. Las RoboBee no sólo se podrían aplicar para polinizar flores. Si se desarrollara un sistema de comunicaciones, también podría servir para buscar personas desaparecidas en desastres naturales, o para investigar ambientes hostiles como las bocas de los volcanes o ambientes con alta acidez. Claro, también las agencias de seguridad están a la expectativa si el desarrollo de estos mini-drones pudieran crear insectos espías, que con una cámara o un micrófono puedan grabar o filmar a insurgentes o terroristas. Pero por ahora esta última aplicación sigue en el terreno de la ciencia ficción.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Seamos autores de una nueva Revolucion Industrial Verde Grobocopatel

Con Aplicaciones Selectivas se puede llegar a utilizar un 90% menos de Herbicidas.